El confort en el hogar es un objetivo que absolutamente todos deberíamos tener. ¿Quién querría renunciar a estar cómodo en casa? Sinceramente, absolutamente nadie. Sin embargo, en ocasiones cometemos ciertos errores que lo impiden. Hoy, venimos a hablarte de los principales fallos en el aislamiento térmico de una vivienda. ¡Por favor, no los cometas!
A nuestro modo de ver, el aislamiento térmico es crucial para mantener la eficiencia energética de una vivienda, garantizar el confort interior y reducir los costos de calefacción y refrigeración. Por lo tanto, un aislamiento deficiente o no cuidado solo provocará un ambiente menos agradable y un aumento considerable de las facturas energéticas mensuales.
Creemos que estamos ante un tema muy importante. Por ello, no es la primera vez que lo abordamos. De hecho, no hace demasiado, ya os explicamos por qué es básico tener una adecuada cámara de aire en el aislamiento térmico de una vivienda. Si no tienes claro este punto, te recomendamos que te pases por esta lectura que te enlazamos aquí.
Principales fallos en el aislamiento térmico de una vivienda
Existen fallos comunes que pueden comprometer la efectividad del aislamiento térmico. Aquí te presentamos los que consideramos como tres de los errores más frecuentes:
- Puentes térmicos.
Los puentes térmicos son áreas en la envolvente del edificio donde el aislamiento es discontinuo o insuficiente, lo que permite que el calor se transfiera más fácilmente a través de esos puntos. Los puentes térmicos pueden ser el resultado de un mal diseño arquitectónico, una instalación deficiente del aislamiento o la presencia de materiales con alta conductividad térmica, como metal o concreto, que atraviesan el aislamiento.
¿Cómo afecta esto a una casa y por qué es uno de los principales fallos en el aislamiento térmico de una vivienda? Los puentes térmicos reducen significativamente la eficiencia del aislamiento, aumentando la demanda de energía para mantener una temperatura interior confortable. Estas áreas pueden ser propensas a la condensación, lo que puede llevar a problemas de humedad y moho, afectando la salud de los ocupantes y la integridad estructural de la vivienda.
¿Y qué podemos hacer para evitarlo? En primer lugar, asegurarse de que el diseño de la vivienda minimice los puentes térmicos y utilice detalles constructivos que mantengan la continuidad del aislamiento. También se puede apostar por la utilización de materiales de baja conductividad térmica en las áreas críticas y prestar atención a la correcta instalación de ventanas, puertas y otras penetraciones en la envolvente. - Inadecuada selección e instalación del material aislante.
Elegir el tipo de material aislante incorrecto para una aplicación específica puede comprometer la efectividad del aislamiento. Por ejemplo, usar aislamiento con baja resistencia térmica en climas fríos. En esta línea, tenemos que saber que una instalación incorrecta del aislamiento, como espacios vacíos, compresión del material, o dejar áreas sin aislar, puede reducir drásticamente su rendimiento.
Hay que tener presente que la efectividad del aislamiento depende tanto del material como de su correcta instalación. Cualquier deficiencia en estos aspectos resultará en una menor resistencia térmica.
¿Y entonces? Prueba a consultar con expertos para seleccionar el material aislante adecuado según las necesidades específicas de la vivienda y las condiciones climáticas. - Ventanas y puertas mal selladas.
Las ventanas y puertas que no están correctamente selladas permiten que el aire caliente o frío entre y salga de la vivienda, disminuyendo la eficacia del aislamiento. Sin duda, de los peores fallos en el aislamiento térmico de una vivienda que podemos El uso de cristales simples en lugar de dobles o triples, o de ventanas con baja calidad de aislamiento, puede incrementar la transferencia de calor.
¿Y qué impacto tiene este error en el confort de nuestro hogar? Las fugas de aire a través de ventanas y puertas mal selladas pueden resultar en una pérdida significativa de calor en invierno y de frescor en verano. Las áreas cerca de ventanas y puertas mal aisladas pueden volverse incómodas debido a las corrientes de aire, afectando el confort general de la vivienda.
Vale. Lo tenemos claro. Pero, entonces, ¿qué podemos hacer para remediarlo? En primer lugar, utilizar burletes y selladores adecuados para asegurar que las ventanas y puertas estén bien selladas y no permitan fugas de aire. En segundo lugar (y no menos importante), invertir en ventanas de alta eficiencia energética con cristales dobles o triples y marcos bien aislados para minimizar la transferencia de calor.
Evitar estos fallos comunes en el aislamiento térmico de una vivienda es esencial para garantizar la eficiencia energética, el confort interior y la durabilidad de la estructura. Prestar atención a los puentes térmicos, seleccionar e instalar correctamente el material aislante, y asegurar un sellado adecuado de ventanas y puertas son pasos fundamentales para mantener un buen aislamiento térmico.