¿Qué es el autoconsumo fotovoltaico y cuáles son sus ventajas?

Hace ya un tiempo, el gobierno español decretó el final del llamado “impuesto al sol”, lo que permitió el avance y liberalización del sector del autoconsumo fotovoltaico para el hogar. Pero, ¿sabes de forma precisa en qué consiste y cuáles son sus principales ventajas? No te preocupes porque te lo vamos a explicar a fondo en estas próximas líneas de nuestro blog.

En primer lugar, explicar qué es. Podríamos definir el autoconsumo fotovoltaico como aquellas instalaciones que son capaces de producir energía ajena a la que es suministrada por la red eléctrica. De esta forma, el consumo, total o parcial, se realizará de forma local. Lo más habitual es que la instalación sea de energía renovable, principalmente solar fotovoltaica, aunque también puede ser de otras modalidades, como eólica. Estamos ante un proyecto novedoso en nuestro país y siempre circunscrito a las novedades que va ofreciendo el Ministerio para la Transición Ecológica.

Ahora que ya sabes en qué consiste, ¿podrías nombrar alguna de las múltiples ventajas que ofrece esta opción para el hogar?

• Descongestión de la red eléctrica e impedir las pérdidas por el transporte
• Hay que destacar que no se produce únicamente un ahorro para el consumidor final, sino que también se consigue la reducción de costes futuros en aspectos clave como las infraestructuras o el mantenimiento de la red eléctrica
• El fomento del autoconsumo fotovoltaico y de las fuentes renovables permite obtener beneficios medioambientales, como pueden ser la reducción de la contaminación local y la emisión de gases a la atmósfera
• Se reduce la importación de recursos energéticos, apostando por la utilización de los recursos autóctonos. Hay que destacar que anualmente se gastan miles de millones en la importación, por ejemplo, de hidrocarburos
• En lo que se refiere al consumidor final, es innegable que el beneficio más claro del autoconsumo fotovoltaico es el ahorro en la factura eléctrica mensual. No en vano, se produce una reducción en el coste de la generación de energía consumida y que será menor al precio de venta de la energía en la red, sobre todo para los pequeños consumidores
• Esta opción permite luchar contra la pobreza energética
• Se produce también una democratización del modelo energético. Los propios usuarios se convierten en generadores de energía
• Se incentiva la creación de un tejido de empresas instaladoras y de mantenimiento que permitirá la creación de un gran número de puestos de trabajo